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Berta Monclús es actriz, docente de improvisación y presentadora.
Creativa y creadora, ella es una gran generadora de proyectos, como el laboratorio de creación 11 Filas, el Festival Va de Impro o la compañía Impro Valladolid.
FORTALEZAS
La improvisación teatral, una disciplina artísticaque ha desarrollado durante los últimos 17 años generando una metodología propia con la que cientos de personas a la semana se fortalecen artística y personalmente, creando una comunidad fiel y gozosa.
DEBILIDADES
La empatía, la ternura y la inteligencia emocional. Habilidades blandas que permiten construir espacios seguros y vínculos sólidos para el acompañamiento y el aprendizaje, pilares esenciales de su propuesta de mentoría personalizada.









Quien bien la quiere, la hará reír
Más que profesora, es guía para el alma. Te hace conectar con la emoción, es capaz de crear vínculos con tus compañeras indestructibles y sacar lo mejor de ti como improvisadora y como persona. Un alma libre que hace que tú lo seas cuando estás en su compañía. ¡Larga vida a la impro! ¡Larga vida a Berta!
REBECA ESCOBAR MAROTO44 años / Coordinadora sanitaria
En las clases con Berta me permito ser alguien diferente en cada sesión, encontrando fragmentos propios en cada personaje que interpreto. Hacer Impro me ha ayudado a soltar el miedo a mostrarme y a vivir con más libertad. He aprendido a confiar en lo inesperado y a crear sin juicios, conectando con el grupo y la vida desde la belleza de lo imperfecto.
DANIEL GARCÍA49 años / Análisis y comunicación política y social
Las clases con Impro son el mejor momento, todo mi grupo está de acuerdo. Hacemos juegos que estimulan la mente y el cuerpo (trabajo multidimensional), actividades dinámicas y divertidas que te ayudan a superar la timidez, tener agilidad mental, recibir el apoyo de las personas que están en tu clase y, a su vez, ayudarlas. El ambiente es tan bueno que además haces amistades de verdad. La energía que envuelve la Impro es mágica y maravillosa, ¡súper adictiva! Siempre recibes una cálida acogida por parte de las personas con las que compartes el tiempo y el espacio. Como docente con 25 años de experiencia creo que la Impro se debería impartir en todos los centros educativos porque te ayuda a conocerte mejor y crecer como persona. Quien prueba, ¡repite!
NÉSTOR ÁLVAREZ ALONSO51 años / Maestro de educación primaria
Las clases con Berta son un cóctel sorpresa con diferentes ingredientes cada día. A veces con más música, a veces más gestuales, otras con normas tan complicadas que parece que te va estallar la cabeza, pero siempre con el objetivo de salir de la zona de confort para encontrar una historia que contar junto con las demás personas.
Toda clase de Impro es una exploración de uno mismo que nos ayuda a descubrir nuevas formas de expresarnos.
ARTURO FERNÁNDEZ28 años / Operario de Fábrica & Licenciado en Historia
Mis clases con Berta son, en cada encuentro, en cada latido, un jardín lleno de miradas desnudas. En el que los ojos se entregan a luz de la ternura y la belleza de la oscuridad vibra y alcanza toda su respiración.
Durante mi primer curso en 11 Filas he aprendido que la alegría está dentro de nuestro vínculo con lo no material y que el espíritu de personas con determinación y confianza sostienen la arquitectura de los sueños que nos conectan.
PACO DOMÍNGUEZ60 años / Taxista
Hace siete años fui al teatro y me enamoré de la improvisación no solo me ha cambiado la vida la forma de ver el arte la forma de relacionarme y tener más confianza en mí misma sino simplemente es que me ha cambiado la vida y ya no voy a ser la persona que era ahora soy bastante mejor se lo recomiendo a todo el mundo.
PAULA VIELBA SERRANO55 años / Trabajadora social
Las clases de Berta para mí son un espacio de permiso infinito, conocimiento personal y colectivo trabajado siempre desde el máximo cariño y respeto. Un espacio libre de errores y juicios, de creación compartida donde la conexión del grupo, que ella trabaja profundamente, es imprescindible. Es una persona cuyo motor vital es el amor, no sólo por lo que hace si no por el entorno que habita y cuando se trabaja desde el alma la magia está garantizada.
LORETO BERNARDO37 años / Aparejadora
Este va a ser mi quinto año en la escuela de impro y para mí ha supuesto una tabla de salvación, un espacio en el que ser yo, en el que no ser juzgada y donde me siento segura. Un espacio donde comparto con mis compañeras/os un amor incondicional por lo que supone este lugar y por su "capitana" que es Berta.
Ella sabe sacar lo mejor de cada uno, nos guía, nos regaña, nos enseña, nos escucha y nos alienta. No solo nos enseña todo lo que tiene que ver con este arte que es la impro sino que nos hace mirar en nuestro interior, para sanar, para hablarnos bien, para querernos más. Todo con un cariño, una ternura, una paciencia, una complicidad que nos hace soñar y contar los días para que llegue la siguiente clase.
Gracias Berta, ¡no dejes de abrazar fuerte!
LAURA PUICERCÚS52 años / Profesora
Berta ha construido un lugar donde los adultos podemos volver a jugar, y jugando, volver a sentir y a disfrutar con la intensidad de cuando éramos niños.
Lo que aprendemos con ella, hace más fácil la vida: no juzgar, aceptar el error, hacer brillar al otro, aprender la reglas para luego romperlas… con método, pero también con cercanía y humanidad. Trabajamos para ser más flexibles, para dejar un poco de lado la exigencia de lo racional, para dejarnos llevar…
Ella nos recibe cada día con los brazos abiertos para impulsarnos, para acogernos, para apretarnos. Pase lo que pase el resto de los días, los martes de Impro están ahí, para soltar carga, para coger fuerzas.
Los “martes de impro “ son mi lugar favorito del mundo. Ese grupo de personas que he encontrado tan maravilloso, tan reconfortante, tan especial en mi vida. Berta lo hizo posible, lo creó y lo cuida con mimo.
SONIA TALEGÓN48 años / Psicóloga
Ser parte de la escuela de Berta no es sólo recibir clases ni ser alumna, es impregnarse de una filosofía artística y vital, porque ella como directora impregna cada rincón y cada alma de su alrededor con su sensibilidad, su escucha, su disciplina, su amor y su fortaleza. En mi caso personal todo eso me atravesó y me cambió la vida en muchos aspectos. Cualquier artista o persona con un mínimo de curiosidad por el arte encontrará en Berta y sus proyectos un hogar donde crear y disfrutar sin juicios, y sobre todo, una guía y un ejemplo a seguir.
LIDIA TORRES28 años / Responsable de comunicación y eventos
Si una palabra define las clases de Berta es EMOCIÓN, es capaz de guiarte, desde la ternura, para que busques en tu parte más íntima y seas capaz de crear cualquier fantasía, pero desde la más absoluta verdad, sus clases son un viaje al que vale la pena embarcar.
IRENE DEL POZO45 años / Química
Ir a clase de Impro con Berta ha sido como abrir una ventana a un mundo nuevo donde la imaginación se respira en cada gesto y la vulnerabilidad se convierte en fuerza. Has sabido mostrarnos que la Impro es un espacio de libertad, de escucha y de juegos, donde cada error abre un nuevo mundo de posibilidades.
Tú forma de enseñar es un regalo, sensible, luminoso y apasionado, nos guías no solo con la técnica, sino con la calidez de alguien que cree profundamente en lo que hace y nos invita en cada clase a descubrirnos, sin miedo, a reír, a confiar y a arriesgar.
Ha dejado en mí una huella que va más allá del teatro, la de la valentía de ser, de compartir y de transmitir todo ese mundo que llevas dentro.
EVA DE BENITO53 años / Banquera
Berta ha creado un espacio seguro donde bajo su arrullo y dirección técnica cada una de nosotras somos capaces de crear arte a través de las historias más fantásticas, más cotidianas, y convertir lo ordinario en extraordinario, único, fugaz y eterno.
CRISTINA SÁNCHEZ35 años / Médica
Las clases de Impro son un refugio, un lugar seguro para conocerse, tomar conciencia del lugar que ocupamos (en el escenario, en el mundo). Un patio de recreo, de libertad. Allí donde uno puede (y debe) equivocarse.
Un gimnasio donde entrenar la escucha y la empatía. Frente a las relaciones competitivas, la impro es un oasis para la cooperación, donde el éxito solo puede ser colectivo. Frente a la búsqueda frenética de lo productivo, es el placer de entregarse al juego, al disfrute de un presente irrepetible.
Un escenario para el funambulismo sabiendo que abajo te sostiene una red tupida, que nace desde el ovillo que sostiene Berta y se extiende contagioso hacia otras generosas manos.
El espacio donde, como decía Pessoa,
"hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda... un encuentro".
ESTHER NEILA45 años / Periodista
Como docente de educación secundaria, sus talleres y actividades con adolescentes me parecen a la vez pura magia y pura necesidad. Es apasionante ver cómo se relaciona con el alumnado con respeto, confianza y diversión y cómo genera un tremendo efecto Pigmalión sacando lo mejor de cada uno y del grupo y sembrando cosas cuyo efecto perdura mucho tiempo después.
Como alumna de Impro diría que las clases de Berta son un mix perfecto de medicina natural para el alma, juego, diversión, conexión, admiración… Llevo solo un año y noto cómo el mundo Impro me ha relajado, fortalecido y ampliado. Me siento mejor, tengo menos miedos y muchas más ganas. Las clases de Berta son muchísimo y todo bueno.
TANIA REVERT44 años / Profesora Educación Secundaria


